domingo, 28 de noviembre de 2010

Ni te imaginas...

¿Cómo es posible que la luz de una farola apague la luz de la imaginación? Si la apagas descubrirás que hay hadas justo encima de ella. Si las apagas descubrirás que tus zapatos no han pisado el asfalto gris, sino que tus pies el césped verde, y que empieza a blanquearse  por la escarcha del frío invierno, y tus huellas se han quedado señalando tu camino. Si apagas las farolas descubrirás la curiosa mirada de unos pequeños personajes que miran y ríen desde la ventana de la Luna. Fíjate, el cielo no es negro, sino azul. Las nubes no están quietas, los árboles no son iguales todos ellos, sino que cada uno tiene su propia personalidad y aspecto. Las estrellas se dejan ver mejor si te esfuerzas en buscarlas. ¿Cómo puede la luz de una farola apagar la luz de la imaginación? No te dejes engañar por las luces de la ciudad, los castillos siguen estando ahí, y los duendes también. Apaga la lámpara un momento, cierra los ojos…ni te imaginas lo que vas a ver…

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