martes, 26 de julio de 2011

Libertad ¿Dentro o fuera?

Acabo de ver la película "los próximos tres días", y no está mal, es entretenida, aunque si alguien busca contenido existencial en una película mejor que se ahorre esas dos horas. Sin embargo hay un personaje secundario que me ha hecho pensar:

Cuenta este personaje que él ha escapado de la cárcel, pero que después de haberlo conseguido tras múltiples dificultades, tuvo que entregarse porque no aguantaba el tener que estar cada día esperando que un policía abriera la puerta y le encontrase. Esto me ha hecho pensar: ¿Ese personaje es realmente libre? ha escapado de la cárcel, pero ¿Es libre? ¿No es más esclavo ahora por el temor que antes por los barrotes? Finalmente necesitó entregarse y volver entre rejas para poder librase de la esclavitud del miedo, que seguramente, no le dejaba dormir. Quién sabe... quizás dormía mejor con un cuerpo encarcelado pero con el alma libre de opresiones...

Lo que yo he sacado como conclusión de lo que cuenta este personaje es que la verdadera libertad está en el interior y no en el exterior. Y es que la peor de las cadenas no es la que ata nuestras manos sino la que ata nuestra alma.

domingo, 17 de julio de 2011

¿Por qué evitarlo pudiendo afrontarlo?

Uno a veces desea que todo lo que le ha sucedido desaparezca, y volver a empezar. Por suerte no todos nuestros deseos se hacen realidad. En la vida de uno pueden pasar muchas desgracias, las cuales deseamos que desaparezcan y que no dejen huella en nosotros, pero cuántas veces esas "desgracias" acaban por convertirse en bendiciones. Normalmente evitamos el sufrimiento a toda costa, sobre todo en esta sociedad del bienestar en que vivimos, pero cuántas cosas hemos logrado a través del sufrimiento. Y he dicho "hemos logrado", en general la raza humana, pero digo mejor: cuántas cosas han logrado personas concretas e individuales a través del sufrimiento, cuántas cimas ha coronado el sufrimiento, qué sería de nosotros sin el sufrimiento... (Cristo nos salvó a través del sufrimiento, de cuerpo y alma)

Esto no es una alabanza al sufrimiento, no es que el sufrimiento sea bueno de por sí, pero el día en el que acabemos con el sufrimiento, acabaremos también con nuestras posibilidades de llegar alto. Pocas cosas hay en esta vida que merezcan la pena y que no conlleven algo de sufrimiento. Y no es pura teoría, creo que todos hemos experimentado que el sufrimiento nos ayuda a madurar.

Y es por eso por lo que creo que la sociedad del bienestar tiene una filosofía de fondo que no es del todo cierta. El bienestar es bueno por su propia definición, pero eso no significa ni mucho menos que haya que ponerlo como fin último de la sociedad ni del hombre. Una sociedad como la del bienestar, que busca evitar el sufrimiento por encima de todo se está olvidando de algo muy importante: "sufrimiento" no significa lo mismo que "mal".


Subir a la cima de un monte cuesta un esfuerzo, pero sin esa pequeña dosis de "malestar" las vistas no serían los mismas. Y es en parte por eso por lo que estas fotos ni se acercan a lo que se ve realmente cuando estás ahí arriba.
(Ambas fotos están hechas desde el Aneto, lo que se ve detrás de mí en la de la derecha es el Paso de Mahoma, y lo de la izquierda son lo Pirineos vistos desde su punto más alto)

martes, 12 de julio de 2011

¿Lo que quiero = lo mejor?

A mí siempre me ha gustado el baloncesto, y he seguido tanto la NBA como la ACB. Siempre se ha dicho que la NBA es la mejor liga de baloncesto del mundo, y que tras ella viene el baloncesto europeo. Lo que me parece curioso y lo que quiero comentar ahora es que "la mejor liga de baloncesto del mundo" está en crisis, es decir, que es posible que el año que viene no se juegue la liga, es lo que se llama el lockout. La mejor liga puede desaparecer, mientras que las peores ligas van a seguir normalmente... no sé, veo algo de paradójico en todo esto: la mejor es la que peor está.
Quizás doy un salto muy grande desde lo que acabo de decir a lo que voy a decir ahora, pero el caso es que al pensar en esta situación de la NBA, se me venía a la mente que, en realidad, muchas veces no tenemos ni idea de qué es "lo mejor". Muchas veces consideramos perfectas o casi perfectas muchas cosas que están muy lejos de ello.
Voy a poner otro ejemplo: no sé si os pasará lo mismo que a mí, pero a mí hay unas ciudades que me causan rechazo, y son las ciudades perfectas: esas ciudades donde las casas están perfectamente colocadas por cuadrículas, que son todas exactamente iguales, exactamente del mismo color, con calles perfectamente rectas que las separan, numeradas perfectamente (de forma que no hay confusión posible para encontrar una casa concreta), esas ciudades que se pueden ver sobre todo en norteamericana. Esas ciudades las hemos construido como hemos querido desde un principio; no se han ido construyendo a lo largo del tiempo, sino que las hemos construido de golpe, por así decirlo. Las ciudades europeas, por ejemplo, han ido creciendo a lo largo de mucho tiempo, y se han ido expandiendo y han evolucionado como han podido. Pero cuando la sociedad europea llegó a América y nos encontramos con tanto espacio para construir, pudimos pensar desde el principio cómo querríamos que fuesen, de forma que las pudimos hacer perfectamente ordenadas desde el principio, con las más modernas tecnologías.
El caso es que pudimos hacer las ciudades "perfectas". Pero, como ya he dicho, a mí esas ciudades me causan más rechazo que atracción, por el contrario que algunos de los cascos viejos que puedes encontrar en ciertas ciudades europeas: desordenadas, con las casas desiguales y laberintos de calles que se entrelazan de forma caótica; y en las que encuentras la catedral o la iglesia como el edificio principal y más alto, como punto de referencia en toda la ciudad. esas ciudades tienen mucho más encanto y son las que visita la gente de turismo, son ciudades que hablan mucho más del hombre que aquellas otras, que hablan más bien de cómo son las máquinas: lógicamente perfectas.
Si actualmente organizamos las ciudades como queremos y construimos los edificios como queremos y las calles y los coches y la educación y, en definitiva, si organizamos todo como queremos ¿Cómo es que hay tanta gente insatisfecha con su vida? Me atrevería a decir incluso que hay más que antes (aunque realmente no lo sé porque no he vivido otra época que la mía). Es sencillamente, creo yo, porque lo que queremos no es siempre lo mejor. Lo que queremos o no queremos es una cosa y otra muy distinta es lo bueno y lo malo. Ojalá siempre quisiéramos lo que es mejor, pero somos imperfectos y muchas veces queremos lo que es peor. Por eso la humildad es una actitud realmente inteligente ante la vida: ser capaces de reconocer que nos hemos equivocado.

domingo, 10 de julio de 2011

Sanfermines

Sinceramente, no sé qué pensaría San Fermín de los sanfermines. Un obispo dispuesto a perder la vida por defender su fe, un creyente nada dispuesto a renunciar... Hoy día se le "celebra" bebeiendo sangría hasta desfallecer; hoy mismo he oído: "¿Las 5 te parece tarde? en sanfermines hay que volver a casa después del encierro". Y es que se trata de eso, de aguantar (bebiendo, porque si no no aguantas) toda la noche. Pero San Fermín no tiene nada que ver con dejarse llevar por una borrachera, sino todo lo contrario: tiene que ver con no dejarse llevar y ser firme en algo, concretamente la fe.