jueves, 25 de octubre de 2012

Mi problema de conciencia

Mi problema de conciencia no tiene nada que ver con la moral, tiene que ver más bien con la filosofía y la ciencia. En realidad, para ser más preciso, tendría que haber dicho "consciencia".

Estoy leyendo últimamente a John Searle, un filósofo que trata el problema de la conciencia. A mi lo que más me interesa de este campo es el problema "mente-cerebro". ¿Cuál es este problema? Brevemente: desde siempre el ser humano ha pensado: podemos razonar, comprender teoremas matemáticos, imaginarnos mundos fantásticos, hablar y comprender lo que nos dicen... Todo eso, en un principio se decía que era propio del nous, o intelecto, que se entendía como algo inmaterial. Incluso Descartes, en el s. XVII, hablaba de que en la realidad existía la res cogitans (o cosa pensante) y la res extensa (o cosa extensa), es decir, el pensamiento y la materia, el pensamiento no tiene extensión ni ocupa un espacio concreto mientras que la materia, el mundo, no tiene ningún tipo de propiedad intelectual.

Últimamente se ha puesto de moda la ciencia positiva, y nos ha gustado tanto que nos hemos convertido en materialistas, lo que significa que nada de res cogitans, todo es explicable gracias a los super-microscopios que tenemos, es decir, que sólo hay res extensa. No viene viene a continuación ninguna crítica al materialismo, sino algo quizás más interesante. El mencionado Searle es materialista, y nos plantea el siguiente problema: todo lo que tiene que ver con nuestra percepción de la realidad pasa por el cerebro, por ejemplo un pinchazo en el brazo o nuestra percepción del rojo, ninguna de las dos es explicable si no estudiamos el cerebro primero. Hasta aquí todos más o menos de acuerdo. Pero aquí viene el "misterio de la conciencia" que Searle nos trae para atormentarnos: nos podemos imaginar todo un proceso celular-neuronal desde que el cuchillo toca mi piel hasta que yo siento esa desagradable sensación que me hace retirar el brazo y gritar, pero eso proceso neuronal no es la sensación de dolor. Repito, el recorrido de las neuronas -y de cualquier otra sustancia cerebral que entre en juego- no es la conciencia de dolor. Parece haber un salto de lo puramente físico (movimiento de partículas y corrientes eléctricas) a lo subjetivo (mi sensación de dolor). ¿Cómo pasamos de las corrientes electricas (que se pueden observar científicamente) a la subjetividad?

Algunos dicen, como el mismo John Searle, que la ciencia finalmente nos dará una explicación cuando conozca mejor cómo funciona el cerebro; pero para mí el problema sigue estando ahí: ¿Cómo va la ciencia a explicar ese salto estudiando el cerebro si mi sensación de dolor no está en el cerebro? (no está en el sentido de que es una sensación subjetiva y no se puede hallar de la misma manera que se halla un átomo; se puede decir "aquí está el átomo X, entre la mólecula F y el hueso H" pero no "aquí está mi percepción de dolor") Lo interesante de todo esto es que sí que podemos encontrar una parte del cerebro que influya o esté involucrada en mi percepción de dolor, pero no encontraremos, o eso creo, la sensación de dolor misma; de hecho, encontrar la percepción de un dolor concreto sería sufrir ese dolor concreto ¿no?


He aquí mi problema de conciencia, si se os ocurre algo dejadlo en los comentarios por favor, me interesa de verdad.

2 comentarios:

  1. Permíteme que use esta ventana de comentarios, para agradecerte el enriquecedor testimonio que has dejado en mi blog. Me alegro que lo hayas hecho, porque eso me ha permitido conocer este blog, que me parece fantástico y que desde hoy con tu permiso seguiré y enlazaré.
    Veo que compartimos algunos gustos. Encantado de conocerte y saludarte. Un abrazo

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    1. Gracias por a tí por tu blog, encantado de que leas de vez en cuando este rincón, y de que comentes y critiques con toda libertad...
      un abrazo

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