viernes, 16 de septiembre de 2011

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Esto no me deja hacer comentarios a nadie en su blog, de hecho no me puedo ni comentar mis propias entradas... es curioso ¿verdad? Puedo escribir entradas pero no puedo comentarlas... Internet aún no ha alcanzado la perfección.
Por eso aprovecho para volver a contestar aquí:

En realidad tienes razón, si hay alguna forma de imaginarnos la nada es esa, como si estuviéramos durmiendo, y no hay nada, ni sufrimiento, ni nostalgia, sencillamente nada; un sueño sin fin.

Intenté ir por el royo poético-sentimental para convencerte, está claro que no es mi punto fuerte, o quizás no se pueda convencer a nadie así, no lo sé. Pero honestamente digo lo que pienso: La mente no es capaz de entender en su plenitud lo que significa "Dios", es decir, no somos capaces de abarcarlo, el intelecto no llega a tanto, de hecho, si así fuera, seríamos nosotros dios, y entonces estaríamos por encima de Dios y por tanto ya no sería Dios, sino un diosecillo... Creo que se me entiende, y hasta aquí todos de acuerdo. (Por no hablar de Dios y que aceptes lo que digo, cambiémoslo por "infinito", nuestra mente no es capaz de abarcar el infinito).

Pues de la misma forma, nuestra mente tampoco es capaz de entender la nada, porque en realidad, al ser "nada" ni siquiera existe, podemos hacer analogías, paralelismos o metáforas, pero nunca nos haremos cargo de lo que es la nada, o más bien de lo que no es (Pufff, metafísica, han ido calando estos dos años en mi...). Por eso intentar entender la supuesta nada que seguiría a la muerte resulta un poco extraño, aunque no digo que no haya que hacerlo o intentarlo.

Y al margen de que se pueda o no entender (o imaginar) la nada, ¿Quién nos asegura que eso es lo que hay tras la muerte? Nadie ha venido a decirnos "No te mueras tronco, yo vengo de allí y lo que he visto es muy chungo... ¡no he visto nada!". Bromas aparte, si no hay nada, no hay forma de saberlo, porque saber que no hay nada implicaría conocer esa realidad: la nada, y si lo conoces es que ya es algo y por tanto dejaría de ser "nada". (Sí, definitivamente me estoy embarrando demasiado en metafísica).
Yo sé que estas palabras no pueden convencer a nadie de que después de la vida hay algo más, mucho menos a un agnóstico que se precie de serlo, de hecho tampoco espero otra cosa. Si tan fácilmente se pudiera convencer, igual de fácil se podría engañar. Para mí el "más allá" no es una creencia a la que haya llegado después de razonar durante cuarenta días sin dormir, comer, ni beber. Es fe, y de hecho creo que así debe ser (Cristo nunca pidió inteligencia y conocimiento, sino fe y humildad). Normalmente no son los largos debates filosóficos los que acaban por convertir a la gente, por muchas cañas que haya de por medio, sino que son las experiencias personales, y puesto que Dios no es simplemente una idea, sino que es mucho más, no se llega a Él simplemente pensando. Más bien habría que hablar de que Él llega a nosotros de otras muchas formas.

Pero sea como sea, esté equivocado o en lo cierto, el tiempo finalmente revelará la verdad, o al menos eso espero. Hasta entonces: sin miedo a buscar, sin miedo a pensar, sin miedo a reconocer los errores. A ser honesto con los demás, con uno mismo y con Dios…

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo contigo. Pero el hecho de que no lleguemos a comprender que es la "nada" no nos dice que haya vida después de la muerte. Pero seguro que en la nada no habría esa soledad que dijiste antes.

    Si negásemos todo lo que no comprendemos... apaga y vamonos.

    No creo que inteligencia y conocimiento sean incompatibles con fe y humildad. Y si Cristo pidió lo segundo y no lo primero...chico, ¿no te da mala espina?

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