Estamos en tiempo de cuaresma (ya bien entrada, por cierto), recordando esos cuarenta días que estuvo Jesús en el desierto. Se dice que en este tiempo "tenemos" que hacer ayuno, oración y dar limosna... Son cosas que atacan directamente a nustra comodidad, buena vida, orgullo, rutina... un millar de cosas, por eso nos cuesta tanto, o mejor, por eso nos CUESTA tanto, y lo pongo con mayúsculas porque es una gran verdad y porque realmente cuesta mucho.
Pero lo que yo me pregunto ahora, igual que todo el mundo lo hace (y si no debería hacerlo), es por el sentido de hacer esas tres cosas... porque algún sentido tendrá ¿no? Porque personalmente, "por tradición" es un motivo que de poco me sirve, un buen bocata de chorizo ya me habría comido. Creo que es bueno saber por qué se hace, pero sin darle demasiadas vueltas, que nos llevaría a estar pensando contínuamente en eso y a estar sufriendo durante los cuarenta día, o bien creernos los mejores (creernos el asceta o místico del siglo XXI).
Si algo aprende uno con el ayuno es que es débil, es impresionante lo apegados que estamos algunos a nuestras tres comidas diarias, más meriendas u otros "entre-horas". Es duro renunciar a algunas comodidades, pero creo que es, sobre todo, duro psicologicamente hablando. Personalmente, cuando más me cuesta el ayuno es por la mañana cuando me despierto y pienso "puffff, hoy ayuno... que royo..." Pero luego durante el día no se hace tan duro, estás a tus cosas y la mayor parte del día ni piensas en eso (escepto, quizás, cuando te interrumpe un rugido desde lo más profundo de tu estómago, que pide gasolina). Pero... a ver... Pongamos las cosas en su sitio: ¡Si nadie me obliga a hacer ayuno! Lo hago porque quiero, entonces ¿por qué quejarme? si no quieres no lo hagas, pero si quieres, entonces es que quieres por algo, simplemente hay que recordar ese algo y no olvidarlo. Todos los que lo hacemos tenemos un motivo para hacerlo, es importante no perderlo de vista para no acabar pensando que es una simple obligación.
Al preguntar e informarme de cuál puede ser el sentido de estas cosas la respuesta que recibí fue: "por identificación con Cristo". Finalmente es eso, es un gesto de amor, que aunque pueda atacar a nuestro orgullo y por eso mismo doler un poco... por otro lado se hace con el mayor de los gustos... porque es un pequeño gesto hacia alguien que quieres.
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