"El arte de la conversación es el arte mayor. Los que gustan brillar en él no entienden nada. Hablar de verdad, es amar, y amar de verdad, no es brillar, es arder"
Christian Bobin
Estas palabras han sido como una bofetada, pero de esas suaves, que no hacen daño pero que humillan. A mí me gustan las buenas conversaciones, quizás alguna vez haya querido brillar en alguna (más que quizás, probablemente, y más que alguna, algunas) Quizás incluso me haya jactado de ser un gran conversador, no ante el publico mortal claro, pero sí ante el publico fiel: uno mismo y Dios. Y caen estas palabras de Bobin ante mis ojos, tan verdaderas y sabias que no pueden sino detenerme y hacerme pensar ¿Hablo de verdad, o simplemente parloteo? ¿Busco brillar, o ardo?